FASCISMO - NAZISMO
FASCISMO Y NAZISMO
A continuación encontrarás fragmentos de discursos realizados por los líderes del Fascismo y el Nazismo: Benito Mussolini y Adolfo Hitler.
BENITO MUSSOLINI
«El fascismo, como toda concepción política sólida, es acción y pensamiento (…). Es, pues, una concepción espiritualista, nacida, también ella, de la reacción operada en este siglo, contra el menguado y materialista positivismo del siglo xix; concepción antipositivista, pero positiva, no escéptica ni agnóstica, ni pesimista, ni tampoco pasivamente optimista como son, por regla general, las doctrinas (todas ellas negativas) que colocan el centro de la vida fuera del hombre, el cual con su libre voluntad puede y debe crearse su mundo. El fascismo quiere al hombre activo y entregado con todas sus energías a la acción; le quiere varonilmente consciente de las dificultades con que ha de tropezar, y dispuesto a enfrentarse con ellas; concibe la vida como una lucha, persuadido de que al hombre incumbe conquistar una vida que sea verdaderamente digna de él, creando ante todo en su persona el instrumento (físico, moral, intelectual) necesario para construirla. Y esto rige no sólo para el individuo, sino también para la nación y para la humanidad. De aquí el gran valor de la cultura en todas sus formas (arte, religión, ciencia) y la importancia grandísima de la educación. De aquí también el valor esencial del trabajo, con el cual el hombre vence a la naturaleza y plasma el mundo humano.»
(Benito Mussolini: Doctrina del fascismo, 1932.)
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 85
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 85
«Poco a poco los defectos desaparecen y el fascismo se presenta llamado a dirigir los destinos del pueblo italiano. Es la fuerza nueva, que señala el advenimiento de los tiempos nuevos. Llevamos esta soberbia confianza en nuestro espíritu, sentimos que regula el ritmo de nuestro coraz6n y no ignoramos que con el fascismo trabaja la juventud más sana, más bella, más ardiente de Italia (…)Muy pronto los conceptos de fascismo de Italia se confundirán en un mismo pensamiento. Porque nuestra fórmula, creación de un régimen político nuevo, es la que sigue: “Todo en el Estado, todo por el Estado, nada fuera del Estado”. Además, aportando a la vida todo lo que sería un grave error confinar en la política, crearemos ( ) la generación nueva. Cada uno cumplirá un deber determinado. A veces me sonríe la idea de ( ) la creación de clases: una clase de guerreros presta a morir, una clase de jueces competentes y rectos, una clase de gobernadores enérgicos y autoritarios, una clase de explotadores inteligentes y atrevidos, una clase de soberbios capitanes de industria. Únicamente por esta selección metódica y sistemática se crean las grandes categorías, las cuales a su vez crean los grandes imperios.»
(Benito Mussolini: El fascismo expuesto por Mussolini. Madrid, 1934.)
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 85
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 85
“Ante todo, el fascismo, en lo que concierne en general al futuro y al desarrollo de la humanidad, y dejando aparte toda consideración de política actual, no cree en la posibilidad ni en la utilidad de la paz perpetua. Por esa razón rechaza el pacifismo, el cual en el fondo esconde una renuncia a la lucha y una cobardía ante el sacrificio. Únicamente la guerra lleva a su punto máximo de tensión todas las energías humanas e imprime un sello de nobleza a los pueblos que poseen la valentía de enfrentarse a ella. Las restantes experiencias son sólo sucedáneos que no colocan nunca al hombre frente a él mismo, ante la alternativa de la vida o la muerte. Es por ello que una doctrina que parta del postulado previo de la paz es ajena al fascismo. Así como son aje nos al fascismo, aunque se hayan aceptado por lo que puedan tener de útiles en ciertas situaciones políticas, todas las construcciones internacionales y societarias, las cuales, como bien ha demostrado la historia, pueden disgregarse en el viento en cuanto que ciertos elementos sentimentales, ideales o prácticos, agitan el corazón de los pueblos.”
Mussolini, 1932.
“¡Camisas negras de la revolución! ¡Hombres y mujeres de toda Italia! ¡Italianos, habitantes de todas las regiones del mundo, más allá de las montañas y los océanos! ¡Escuchad! Una hora solemne en la historia de la patria está a punto de sonar. Veinte millones de italianos están en estos momentos reunidos en las plazas de Italia. Es la más grande manifestación de toda la historia del género humano. Veinte millones de italianos, pero un único corazón, una única voluntad, una sola decisión. Esta manifestación demuestra que la identidad de Italia y el fascismo es perfecta, absoluta e inalterable. Sólo cerebros reblandecidos en ilusiones pueriles o aturdidos por la profunda de las ignorancias pueden pensar lo contrario, porque ignoran lo que es la Italia fascista de 1935.
En la Sociedad de Naciones, en vez de reconocer el justo derecho de Italia, se atreven a hablar de sanciones. (…) Hasta que no se demuestre lo contrario, me niego a creer que el pueblo de Gran Bretaña, el verdadero, quiera verter su sangre y empujar a Europa por la vía de la catástrofe, por defender a un país africano, universalmente reconocido como bárbaro e indigno de figurar entre los pueblos civilizados.
Sin embargo, no podemos fingir ignorar las eventualidades del mañana. A las sanciones económicas, nosotros responderemos con nuestra disciplina, con nuestra sobriedad, con nuestro espíritu de sacrificio.”
Discurso de Mussolini difundido por radio el 2 de octubre de 1935.
Sin embargo, no podemos fingir ignorar las eventualidades del mañana. A las sanciones económicas, nosotros responderemos con nuestra disciplina, con nuestra sobriedad, con nuestro espíritu de sacrificio.”
Discurso de Mussolini difundido por radio el 2 de octubre de 1935.
ADOLFO HITLER
«El Estado no es un fin en sí mismo sino un medio. El Estado condiciona el desarrollo de una civilización humana superior, pero no es la causa directa. Aquélla reside esencialmente en la existencia de una raza apta para la civilización.
Nosotros los nacional-socialistas debemos establecer una distinción bien marcada entre el Estado, que es el continente, y la raza, que es el contenido. El continente no tiene razón de ser si no es capaz de conservar y de preservar su contenido. También el fin supremo del Estado racista debe ser el asegurar la conservación de los representantes de la raza primitiva, creadora de la civilización que hace la belleza y el valor de una humanidad superior. El Estado racista habrá cumplido su papel supremo de formador y educador cuando haya grabado en el corazón de la juventud que le ha sido confiada, el espíritu y el sentimiento de la raza. Es preciso que ni un solo muchacho o muchacha pueda dejar la escuela sin estar plenamente instruido de la pureza de la sangre (…).
Juzgamos que hasta hoy la civilización humana, todas las realizaciones del arte, de la ciencia, y la técnica, son casi exclusivamente frutos del genio creador del Ario. Lo que permite recíprocamente concluir que es el único fundador de una humanidad superior y por consiguiente representa el prototipo de lo que entendemos por la palabra “hombre” (…).
La existencia de tipos humanos inferiores ha sido siempre una condición previa esencial para la formación de civilizaciones superiores(…). El (judío), en lo que concierne a la civilizaci6n, contamina el arte y la literatura, envilece los sentimientos naturales, oscurece todos los conceptos de belleza, de dignidad.»
Hitler: Mi lucha, 1924.)
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 87
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 87
«La política exterior del Estado racista tiene que asegurar a la raza que abarca ese Estado los medios de subsistencia, estableciendo una relación natural, vital y sano, entre el aumento de su población y la extensión y la calidad del suelo que habita.Sólo un territorio suficientemente amplio puede garantizar a un pueblo la libertad de su vida (…). Hacía siglos que Rusia se había mantenido gracias al núcleo germánico de sus esferas superiores, núcleo del cual se puede decir que hoy está exterminado completamente. En su lugar se ha puesto el judío; pero así como es imposible que el pueblo ruso sacuda por sí solo el yugo israelita, no es menos imposible que los judíos logren sostener, a la larga, bajo su poder, el gigantesco organismo ruso. El judío mismo no es elemento de organización, sino fermento de descomposición. El coloso del Este está maduro para el derrumbamiento. Y el fin de la dominación judaica en Rusia será al mismo tiempo el fin de Rusia como Estado. Estamos predestinados a ser testigos de una catástrofe que constituirá la prueba más formidable para la verdad de nuestra teoría racista.»
Hitler: Mi lucha, 1924.)
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 90.
En: Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 90.
ACTIVIDAD:
1. Menciona las diferencias entre la ideología Fascista y la ideología Nazista.
2. Comenta el discurso que más haya captado tu atención.
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